la liberté d'expression

Tropezones, decepciones, tristezas, amarguras, malestares y malas actitudes rodean cada día.

Estoy harta de mostrarme tan transparente, de intentar comprender a cada persona que me rodea como si fuera posible entrar en la mente de cada uno. Estoy cansada de tantas decepciones, de que no exista un ser en el mundo con una personalidad medianamente estable. Me saca de quicio llorar por cualquier estupidez, como si perdiera toda mi fortaleza y dignidad ante cualquier tropezón. Necesito un gran abrazo, desinteresado y que brinde toda su paz. No estoy del mejor ánimo y no creería correcto divulgarlo por el mundo como hacen muchos, es mi bajón.  

Basta de cambios. Un día sin ninguna mala noticia, un día sin querer desaparecer de la Tierra solo porque otra vez hice una mala jugada o me hicieron una mala jugada. Solo una vez quiero una, un punto a favor, algo por lo cual sentir que no tengo que desagradecer lo mucho que tengo, algo que me haga cambiar de parecer o solo estar más predispuesta a cualquier movimiento.

• Que impresionante es mi cambio de pensamiento de una entrada a otra, pobres personas que decidan entrar a este blog.