Dejo de presionarte. De esperar palabras sinceras salir de tu boca. Dejo de desvelar por un mensaje. Un 'te quiero'- que demuestre importancia. Ya no sueño con cuentos de hadas y finales felices. Ya nada me sorprende, nada me deja anonadada –solo tu perfección que me asusta-. No muero buscando una declaración, no te creo capaz –y no sé hasta qué punto eso deja de ser tan malo-.
Te quiero, si, no lo negaría jamás y creo que necesite confundirme bastante para reconocerlo. Para que seas siempre la primera opción.
Pero necesito más errores, mas victorias, mas… ¿amor? No, no creo que sea la palabra... ¿Demostración? Si, perfecto. Eso hace falta aunque ya no lo exija, ya no necesite golpearme la cabeza contra la pared buscando entenderte. Porque te entiendo y yo no me entiendo. Creo que tu compañía de vez en cuando me mata, me deja pendiente por unos días.
Estática. No está en mis planes hacer más un movimiento y ya no espero que lo hagas.
Autoconvencimiento pte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario