BIENVENIDA A LA ERA DE LA PERDIDA DE LA INOCENCIA .
Nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables .

miércoles, 3 de agosto de 2011

No me cuenta ser autocritica con migo misma, pero en ocasiones  siento que las críticas/comentarios/sugerencias de los otros hacia mí, constructivos o no, son erradas. Generalmente luego pienso, recapacito y razono que no son desde un lugar de maldad sino en vista de hacerme un bien, un favor. Pero cuando llegan para dañar o hacer mal, hacen que –parezca- que me resbala cuando en realidad me destruyen y peor cuando se muy bien que son acertadas.
La ultima que escuche y la mas cierta fue: “No hay pija que le venga bien” , y no sabía si reírme por lo grosera y un poco sacada de contexto que esta o llorar por lo que algunas personas conocen mi histeria hacia el sexo posesivo de ese órgano genital. En otras palabras, nadie me viene bien. Nadie me gusta, o si me gustan tienen algo, si no me dan bola son los amores de mi vida y si después están terminan siendo unos tremendos pelotudos. Lo que  un día me gusta al otro día me da asco y así podría dar ejemplos y un par de nombres que harían que mi cara camine por el subsuelo. 
Pensando en este tema me di cuenta, analizando hechos pasados, que la única forma de evitar este insoportable y egocéntrico comportamiento es cuando me encuentro con uno que juega mejor que yo y me paga con la misma moneda. Generándome odio y bronca de forma incontenible como el que siento hacia la persona que emitió el comentario mencionado anteriormente.

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