BIENVENIDA A LA ERA DE LA PERDIDA DE LA INOCENCIA .
Nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables .

martes, 3 de enero de 2012

Ladrón de mi cerebro.

Primer entrada del año.
Primera sensación con la que comencé este tan lleno de metas dosmildoce, soledad. Fuera del hecho de que a las 2:00 am ya me encontraba en mi cama escuchando los gritos de las personas totalmente ebrias (chispa de envidia) por la calle –no me termino de acostumbrar a los ruidos de afuera- .Sino porque, como siempre en mi vida, me callo tarde la ficha.
¿De qué tome conciencia tarde? De lo fuerte que aparento ser en cosas importantes y lo débil que soy en boludeces. De que nunca valore unas vacaciones en familia  cuando ahora, en este momento, daría la vida por unas. Caí en que rápido se me paso el tiempo, de las personas que quedaron atrás y no les di ni una lagrima. De lo importante que puedo ser para mi viejo que esta tan solo. De la cantidad de reproches totalmente inútiles que le hago a la vida cuando en realidad soy una persona bastante afortunada e infeliz por no reconocerlo cuando tengo que hacerlo (me da vergüenza propia llorar cuando un short talle 36 no me cierra cuando ocurrieron accidentes tan tristes como el de la familia Ferraro que por más que nunca tuve relación directa con ninguno de sus integrantes me impacto muchísimo).
Note en mí lo dependiente que soy de algunas personas, de una persona en particular. De lo desesperada que estoy cuando algún pilar de mi vida se desacomoda un poquito, nada trágico. De lo fácil que me acostumbro a las cosas buenas, a los buenos momentos. Y principalmente que en mi cabeza tapo las cosas serias por sonrisas y besos como si tuvieran de algún modo un uso medicinal. Anestésico.  
Hoy miro a mi alrededor totalmente desconcertada de lo que pueda pasar, con una dosis de miedo al destino. Sí, porque en realidad eso es lo que siempre me dio vueltas.”Que la vida me sorprenda” no es una frase típica de mi  y aunque no tenga mucho que ver con la sensación de soledad que empecé describiendo al principio es otra de las tantas cosas que me generan esa incertidumbre tan fácil de disimular a veces y, en noches de insomnio, tan comunes –mas si son las 00.00 y no tengo internet, ni novio, ni planes para esa noche de verano llena de ruidos de calle-.
"Mi cerebro es un hervidero, pero cuando me pongo nerviosa las ideas se me suceden como en un vertiginoso ballet. " E. Sabato

Si , otra vez leyendo 'El túnel' y dispuesta a dejar toda mi vagancia de lado por terminarlo.

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