Paren el mundo! Me quiero bajar.

Hace unos años el domingo olía a tallarines con salsa casera y albóndigas, a humedad de la casa de mis queridos abuelos y a la madera de mi caja de cincuenta lapices Faber Castell con los que dibujaba para toda mi familia. 

Hoy en día hay domingos con olor a spray y gel para el pelo. A eso siempre le llame "olor a nervio" en el ambiente de un torneo tan lleno de presiones inútiles que no cambian en absoluto el curso de mi vida. 
También hay domingos, aunque sean los menos, con olor a resaca  y lluvia, sin parque, sin libertad y sin arte. Con pilas de tareas y estudios acumulados que me resultan inservibles en este momento y para el resto de mi vida. 
Cuando el clima nos regala la lluvia y el mal tiempo, pongo mi mala cara. Me convierto en una especie de monstruo nostalgico y reflexivo. Lo mas triste es que muchas de esas reflexiones y conclusiones con olor a tierra mojada no se prestan para la practica y solo traen mas frustración. 
Porque no hay nada peor en la vida que tener la solución a un problema y no saber como aplicarla. 

Te sigo buscando.

Me pesan las piernas. Tengo un cansancio acumulado desde hace fácil, dos semanas. Solo cargo una mochila con autoexigencias. "Solo quiero hacerlo bien" pienso, es por mi. Solo por mi. 
Perdón. No puedo con todo. 
No puedo controlar mis impulsos. Tengo mal humor la mayor parte del tiempo. No puedo ser buena alumna, no estoy de acuerdo ni con la mitad de las cosas que tengo que estudiar, no pienso dedicar mi vida a nada de eso. No puedo dar todo de mi en cada torneo. Odio con mi ser toda la inseguridad y autocuestionamientos que tengo antes de salir a la pista.  No puedo ser tolerante en todo, muchas cosas sacan lo peor de mi. Tiene la magia de sacar siempre lo mejor. Le debo muchísimo. No puedo estar en todos los lugares que querría. No puedo conformarme con lo que tengo. Quiero todo lo que existe y mas. Aveces me siento superior. Tengo momentos en los que veo a las otras personas como seres inferiores. Y otros en los que me pongo a la par de una hormiga. Imagino un futuro hermoso, que lindos serian nuestros hijos. Cambio de parecer del día a la noche. Mi bipolaridad me da miedo. No puedo dejar de analizarme y analizar a los otros. Estoy obsesionada con la psicología. Y convencida de que todo es psicológico. Tengo una chispa de egoísmo mezclada con algo de maldad. Soy envidiosa. No voy a  tolerar jamas que existan mejores que yo. Hay miles de personas (mejores patinadoras/mas lindas/mejores estudiantes/mas inteligentes) mejores que yo, de ahí mis estados de bajón. 
Perdón. No puedo con todo. Quiero. Lo voy a intentar. Intentar dar lo mejor. Amar.  

Muchos interrogantes pueden generar crisis.

Definiría la crisis con el malestar físico que siento. Mi cuerpo es un fiel reflejo de mi mente. Siempre, cuando estoy/estuve bajo grandes presiones, muchas responsabilidades o simplemente triste; me enfermo.
Suena contradictorio con entradas anteriores, pero hoy me siento así, y necesitaba descargarlo.
No se ni a quien ni que quiero. Creo que después del sábado me replantee muchas cosas con respecto a la vida que estoy llevando. A lo que quiero llegar con mi rutina. Es que...¿Es una rutina , o quiero esto?
Aveces irrumpo el esquema de vida que tengo. Me resigno ante tanto perfeccionismo, me dejo llevar. Muy peligroso dejarse llevar. Puede traer consecuencias catastróficas. Crisis. Esas lindas crisis tempraneas.
Tempraneas porque siempre, de alguna forma u otra, pasan. Espero que todo, pase. Que el hermoso tiempo pase (aunque no quiera que todo termine).

Punto débil.

(Amarte amigui) 

No me mires fijamente. No me critiques. Ni me intimides. 

No puedo cambiar. Me gustaría cambiar tantas cosas. 

¿Tantos defectos tengo?

Quiero aprender de mis errores. Basta de llenarme de experiencias ajenas. 

Tengo que vivir yo. Lograr yo. Fallar yo. 

Quiero experimentar todo lo experimentable. Ver todo lo visible. Entender todo que sea posible. 

Y si hoy me siento peor, es porque en algún momento estuve mejor; y puedo mejorar. 

Si me convierto en lo que odio. Es porque siempre odie eso en lo que me podría convertir alguna vez. 

Puede que este sensible. Pero de a ratos es mejor reflexionar sobre lo que soy. En lo que me convierto. O lo que voy a ser. 

Vivir con fuerza , locura y libertad.

Vamos a hacer un pequeño resumen de las ultimas actividades de mi vida. 

Principalmente, los torneos, nunca en mi vida disfrute tanto competir y patinar como ahora. Mas allá de que al fin quede primera después de dos años de ir raspando, amo salir y que la pista sea solo mía  y que principalmente pueda dar absolutamente todo de mi. Tengo muchísimas metas por cada año. Pero ahora voy logrando de a poco y muy despacio superar todo ese pánico a mostrar lo que soy que es la principal. 

Después podría decir que esta el hecho de que halla abierto tanto los ojos. No quiero mas opiniones que puedan llegar a dañar todo el poco amor o agrado que tengo hacia lo que soy tanto física como psicologicamente. No voy a tener mas esa actitud masoquista de prestarme a criticas sin sentido. De ser parte de momentos de suma falsedad o mentiras. Hoy me corro de estas situaciones. Salgo del juego (hasta que esta situación no empiece a cambiar)  y les deseo mucha suerte a las que quieran seguir con esto. 

De a ratos soy bipolar, superficial, histérica y perfeccionista. Pero eso es mi esencia, lo que hoy soy y lo que creo voy a ser siempre. Solo se que quiero estar bien con quienes quieran estar bien conmigo. Que quiero ir de frente mientras sea posible. Que agradezco estar siempre dispuesta a aprender y a entender gracias a eso muchos aspectos de la vida -ni hablar lo que amo discutir o pedir perdón sin tener que gritar- . 

Las rachas de positivismo son cada vez mas largas. Cada vez hay menos momentos desagradables. Eso es bueno. Muy bueno. 

 

Piedra en el camino.

Hoy creo y estoy totalmente convencida que soy una de las pocas personas en el mundo que puede admitir ser su propia enemiga. 
No le tengo miedo a otros factores que  puedan influir en mis planes. Solo a mi. A mi reacción ante determinadas situaciones en las que se que no puedo controlar lo que hago. 
"Soy la piedra de mi camino",y lo peor de todo es que sigo tropezando una y mil veces conmigo misma. Sigo cayendo ante mis nervios. 
Cuando la vida me pone a prueba. Cuando es necesaria toda mi confianza, fallo. No siempre, pero necesito un previo apoyo en palabras, mi papá (siempre fue como una columna de hierro para mi autoestima) o darme cuanta tras un largo momento de catarsis lo mal que me hago en mi . 
La mente me domina el cuerpo. Como quieren que controle lo que hay a mi alrededor si ni yo puedo controlarme.